domingo, 11 de diciembre de 2011

¿Habrá guerra esta vez?...¿tenemos internet?

Es conocido el habitual método de autócratas y regímenes totalitarios de afrontar las crisis económicas, o la falta de recursos, o ambas circunstancias.

Desde la prehistoria, la necesidad y ambición de poder de los líderes de los clanes, desde la transformación del simio hacia el ser humano, les llevó a atacar o trasladarse a territorios adyacentes, para disponer de recursos necesarios con los que abastecer a sus grupos tribales. El razonamiento era obvio, y no requería otras justificaciones. Simplemente se optaba por la supervivencia o se eliminaba al que la ponía en riesgo.

En la antigüedad, cuando la evolución de la estructura de los grupos humanos derivó hacia castas políticas que permitían gestionar asentamientos mas extensos, y con la aparición de las primeras civilizaciones, los territorios se mantenían en continua fricción con los vecinos, con los que se mantenían alternativamente relaciones comerciales y luchas para el control de los recursos.

Con la aparición de la rueda y de medios de transporte de largo alcance, y con ellos la explosión del comercio y la búsqueda de recursos en lugares lejanos, aparecieron las primeras colonias. Los asentamientos fenicios, griegos, y más tarde cartagineses quizás se veían más empujados por los comerciantes que por el poder político, aunque posteriormente eran controlados por las castas políticas, que  los amparaban con el poder de su fuerza.
Tanto los griegos como fundamentalmente los romanos lograron traspasar el umbral de la mera búsqueda de recursos por parte de los segmentos más poderosos de sus sociedades, para pasar a  modos de control político fundando imperios que pudieran aumentar las arcas de las clases políticas. Fue un cambio fundamental de tendencia en el que los políticos (entendido como los que gobiernan la vida de la polis) tomaban territorios con la fuerza de las armas para incrementar el comercio y conseguir recursos con los que enriquecerse. Es el propio 'estado' el que se impone allí donde le interesa.
En todas esas épocas tampoco hacía falta justificaciones ante el pueblo para emprender guerras. De hecho ni siquiera existía el concepto de pueblo, sino de súbditos.

La caída del imperio romano y la fragmentación política posterior a mano de los bárbaros (visigodos, suevos, alanos, en España y también otros en el resto) no cambió la tendencia, sino simplemente la redirigió hacia un caos, un equilibrio inestable, en el que reinos/estados continuamente cambiantes seguían disputando el control sobre los recursos mediante interminables guerras y saqueos por intereses de las castas dirigentes.

Con la fundación de los grandes estados tras la edad media, esta tendencia volvió a adoptar las dimensiones que tuvo con el imperio romano, pero esta vez con un conjunto de grandes estados dominantes cambiantes continuamente (España, Inglaterra, Francia, Austria-Hungría).
La caída de los regímenes absolutos traspasó de nuevo el poder de los monarcas absolutos a las élites de las castas dirigentes, pero no varió el empeño de los estados en buscar enemigos en el exterior para abastecer a sus gobernados, mediante guerras.
Toda esta narración, basada en la historia de Occidente seria trasladable a civilizaciones de cualquier otro punto del planeta.

Nada cambió fundamentalmente hasta la primera guerra mundial, cuando la aparición de diversos imperios de tamaños y ambiciones similares llevó a hacer estallar el polvorín, en la búsqueda de unos recursos, influencias y riquezas que tenía el otro.

Tras la 'Gran Guerra', el ansia de control por parte de los pueblos sobre sus gobernantes (que evitara el dolor que estos ilegítimos gobernantes llevaban a sus pueblos), fue un factor fundamental para la instauración generalizada de democracias imperfectas en la vieja Europa. Esta democracia se basaba en la nacida tras la sangrienta revolución francesa y en la más exitosa y experimental democracia instaurada en américa. La ilustración había finalmente cuajado y llevó a los pueblos a tomar conciencia de sí mismos y a exigir la soberanía sobre los estados. Los propios estados pusieron en marcha instrumentos para resolver conflictos de manera pacífica, como la sociedad de naciones, germen de la posterior ONU.

Esta frágil e incipiente democracia, solo existente en Europa y en USA,  no pudo resistir en gran parte de Europa la acometida de los nuevos regímenes totalitarios que se otorgaban por derecho natural la representación del pueblo (comunistas, socialistas, nazis, fascistas, etc...).
La gran crisis de 1929 llevó el hambre y la desesperación a gran parte del mundo civilizado, y ello unido a las condiciones draconianas establecidas a Alemania en el tratado de Versalles, que vetaba el acceso a Alemania a las materias primas necesarias para su desarrollo, llevó a la frágil democracia nacida en Alemania a suicidarse.

Los regímenes totalitarios europeos basaron su legitimidad en una supuesta representatividad del pueblo que sólo ellos podían interpretar, a pesar de negarles su soberanía.Y bajo ese manto volvieron a hacer lo mismo que los regímenes totalitarios anteriores, y en su afán de conseguir más recursos con los que mantener sus castas políticas y su control sobre la población, buscaron al enemigo en el exterior, y una vez demonizado el otro convenientemente salieron a cazar de nuevo (es la historia de la humanidad).  La segunda guerra mundial.

No puede decirse que sólo los regímenes totalitarios organicen las guerras en búsqueda de recursos. ¿cuantas guerras e intervenciones ha iniciado USA en búsqueda de recursos?¿no fueron de ese cariz las de Filipinas o cuba contra España?¿y las de Korea o Vietnam no lo fueron por asegurar un control político con vistas a beneficios comerciales?¿y la más  escurridiza Francia? tema a parte.

Ahora nos enfrentamos a una gran crisis, una crisis desconocida desde 1929.
Los países más afectados van a afrontar tiempos muy duros, con sus poblaciones afrontando carencias desconocidas para las últimas generaciones. En Europa, y en general en todo el mundo occidental a esta crisis se une el hecho de que la distribución mundial de la riqueza está variando hacia una nueva posición de equilibrio, en la que occidente pierde peso, y otras regiones, fundamentalmente Asia, lo ganan.

¿llevará esta crisis a una guerra mundial cataclísmica?
Según toda la experiencia que se ha relatado, sin duda. Esa guerra, dada la tecnología y recursos actuales, sería de una ferocidad y consecuencias nunca vistas.
A la crisis se une la imposibilidad de una alizanza de civilizaciones, puesto que en la mayor parte de los casos supone una alianza con regímenes totalitarios que no respetan los derechos humanos. ¿se puede pactar solo un número determinado de latigazos, de ejecuciones o de extirpaciones de clítoris? Parece más lógico el razonamiento expuesto por Samuel Huntington en su teoría de 'Choque de civilizaciones'.


La sociedad de naciones no funcionó y la ONU tampoco lo hará mientras acoja en su seno a tiranos que dicen representar a pueblos que no les han elegido. Se está tratando en esos organismos con gente que no representa a un país ni a un pueblo, sino a sus propios intereses de casta. Y ni siquiera deben disimular porque no pueden ser controlados o expulsados por sus propios pueblos. Y según la 'teoría del choque de civilizaciones' esas culturas no están preparadas para la democracia, porque sólo Occidente ha evolucionado durante siglos para hacer la democracia parte de nuestra cultura. Y sólo las democracias pueden evitar eficazmente las guerras, porque sus pueblos no las desean. No se conocen guerras entre democracias plenas, siempre participa una tiranía. A más democracia, menos guerras.

Sin  embargo, esta vez hay una gran diferencia con la que Huntington no contaba, un gran descubrimiento, que puede dar al traste con unos comportamientos adoptados por las castas políticas en tiempos de carencias desde la aparición del hombre. Y este descubrimiento es internet. Los Pueblos, a lo largo de todo el mundo, tienen cada vez más acceso a otras opiniones, a otros conceptos, a la visión del otro. La democracia se expande.

Hemos visto lo sucedido en la primavera árabe. Las tiranías establecidas en los países musulmanes están saliendo de la edad media con 500 años de retraso sólo gracias a la existencia de Internet, porque no se dieron cuenta de la importancia que para la dictadura tenía controlar las redes sociales.

Las asiáticas van por el mismo camino, y parece que no tiene vuelta atrás. La democracia llega a los pueblos, no a través de guerras contra las tiranías, sino a través de internet. Los nuevos pueblos gobernados por democracias, aunque sean incipientes y elijan a partidos islámicos o radicales no les perdonarán a sus gobernantes que les lleven a guerras que supongan más hambre y destrucción. Una vez probada la democracia, no hay vuelta atrás. Los pueblos que según Huntington no tenían posibilidad de cultura democrática la absorben a través de intenet. Evolucionan con internet. Aprenden a salir del subdesarrollo por internet.
Internet homogeneiza las culturas y expande los derechos humanos, y puede evitar grandes sufrimientos a la humanidad. Los mensajes de los dictadores llegan con menos nitidez si pasan por el tamiz de la opinión de los otros. No es necesaria una alianza, Internet es la alianza de los pueblos, no de sus gobernantes.

No es de extrañar que los regímenes totalitarios traten de controlar internet, como en China, o en Korea del norte, donde su dictador prefiere renunciar al progreso prohibiéndolo completamente  que dejar un resquicio por donde su pueblo pueda 'saber'. Ha sido más listo que los países árabes.

Ahora estamos viendo una ola de intentos de legislar de las castas políticas democráticas para el control de internet. Y este es un tema más importante de lo que parece. Las castas políticas que se aseguran el control de internet restan democracia. Podrían, por ejemplo, volver a inocular su veneno del enemigo externo para tapar su ineficacia o la mala gestión, controlando los mensajes, cerrando webs incómodas, censurando coercitivamente, o tachándolas de antipatriotas.

La llegada de la democracia y de los medios de comunicación de masas obligó a las castas políticas, a redoblar sus esfuerzos para el control de los mensajes que quieren que sus pueblos reciban. A diferencia de épocas anteriores en los regímenes democráticos es necesario justificar las decisiones que se toman, si no te quieres ver fuera del poder. Por ello se lanzan a 'sugerir' mensajes a los medios de comunicación de masas, a los que premian con subvenciones, y se lanzan a crear televisiones públicas que les permitan mantener el control de la infomación. Pero esto es más complicado con internet, donde la información fluye sin control. Y eso no les gusta.

Hay que tener mucho cuidado especialmente en España, donde los políticos pusieron hace años, con Felipe Gonzalez, sus sucias manos sobre la justicia y la controlan a su antojo, nombrando a dedo a la casta judicial, que ya no es judicial, sino política. Los gobiernos posteriores no han soltado a su presa. Los políticos en España llevan toga, y no podemos poner en manos de los políticos el poder de controlar internet (Si decide un juez, decide un político). Si hay algún control, debe estar en manos de una administración judicial independiente. Y en caso de duda, sin control.


Aquí, mientras no quiten sus sucias manos de la justicia, mientras los políticos no dejen de llevar toga, no puede aprobarse una ley Sinde. Hay aspectos delictivos que merece la pena que nuestras sociedades controlen, pero no a costa de ceder a los políticos nuestro derecho al acceso libre a la información.

Mientras internet siga evolucionando libremente, mientras aumenten los pueblos con libre acceso y se expanda la democracia, las guerras irán disminuyendo. Los pueblos no estarán dispuestos.

La respuesta a la pregunta del titular podría responderse con otra pregunta ¿habrá guerra?...¿tienen internet?...¿tienen democracia?